Las medidas de adaptación al cambio climático deben ser estratégicas y holísticas

La adaptación de las estaciones de esquí al cambio climático es un tema crucial en un contexto de calentamiento global que amenaza tanto la viabilidad económica como la sostenibilidad ambiental de estas instalaciones. Las estaciones de esquí, particularmente en regiones montañosas como los Pirineos, los Alpes y otras cadenas montañosas de Europa, dependen directamente de condiciones climáticas específicas, como temperaturas bajas sostenidas y niveles adecuados de precipitación en forma de nieve. Sin embargo, el cambio climático está alterando estas condiciones, reduciendo la cantidad de nieve natural, acortando las temporadas de esquí y limitando las oportunidades para actividades invernales.

La vulnerabilidad de las estaciones de esquí no es solo climática, sino también socioeconómica. En muchas regiones, estas instalaciones representan motores clave del desarrollo económico y la cohesión social. Generan empleo y apoyan actividades económicas relacionadas, pero también intensifican la especialización económica en el turismo de nieve, lo que puede aumentar la vulnerabilidad de las comunidades locales frente a la crisis climática.

Las conclusiones del proyecto “Resiliencia de territorios de montaña” han subrayado la importancia de diversificar las medidas de adaptación frente al cambio climático. Este enfoque integral busca garantizar la sostenibilidad de las estaciones de esquí y los territorios de montaña, enfrentando los retos de un entorno cambiante mientras se preservan los recursos naturales y el desarrollo económico. Esto incluye diversificar las actividades turísticas más allá del esquí, como el turismo de montaña, que aprovecha los paisajes y la biodiversidad locales.

Ante las evidencias científicas sobre los impactos presentes y futuros del cambio climático en las zonas de montaña, las medidas de adaptación al cambio climático deben ser estratégicas y holísticas. Es necesario un enfoque a largo plazo que contemple los impactos ambientales, sociales y económicos, y no medidas cortoplacistas que pueden quedar obsoletas debido a los cambios generados por el aumento de las temperaturas. Además, se debe fomentar la colaboración entre comunidades locales, administraciones y actores privados para asegurar la implementación de medidas efectivas y sostenibles.

Evidencias científicas y nieve.

El cambio climático está alterando de manera significativa las condiciones de nieve en regiones montañosas, con impactos socioeconómicos y ambientales relevantes. En los numerosos estudios recopilados (ver enlace con la recopilación realizada)se documenta una tendencia a la reducción de la duración y profundidad de la nieve debido al aumento de las temperaturas y cambios en los patrones de precipitación. Esto es particularmente evidente en áreas como los Pirineos, en algunas zonas de los Alpes y otras regiones montañosas de Europa​​.

El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) publicó recientemente un informe que confirma que 2024 ha sido el año más cálido a escala mundial desde que hay registros y el primer año natural en que la temperatura media superó en 1,5 °C el nivel preindustrial. Estima que 2024 fue el año más cálido registrado en Europa, con una temperatura media de 10,69 °C, 1,47 °C por encima de la media del periodo de referencia 1991-2020, y 0,28 °C más cálida que el récord anterior establecido en 2020. La primavera y el verano fueron los más cálidos registrados en Europa, con una temperatura media en primavera (marzo-mayo) 1,50 °C superior a la media estacional de 1991-2020 y una temperatura media en verano (junio-agosto) 1,54 °C superior a la media estacional del periodo 1991-2020.

El C3S, está implementado con fondos de la Comisión Europea a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), cuyos científicos han realizado un seguimiento de los principales indicadores climáticos y han documentado récords de temperatura diarios, mensuales y anuales sin precedentes a lo largo de 2024.

Copernicus UE

Principales estadísticas de temperatura para 2024. Las estadísticas para todo el planeta, Europa y el Ártico se refieren a las temperaturas del aire en superficie, las estadísticas para el océano extrapolar se refieren a las temperaturas de la superficie del mar. Fuente de los datos: ERA5. Crédito: C3S / CEPMPM. 

Las proyecciones climáticas basadas en escenarios de emisiones (RCP2.6, RCP4.5 y RCP8.5) predicen una disminución significativa de la fiabilidad de la nieve natural, especialmente a altitudes más bajas. Las trayectorias de concentración representativa (RCP, por sus siglas en inglés) son una proyección teórica de una trayectoria de concentración de gases de efecto invernadero adoptada por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). A partir de las trayectorias, IPCC ha realizado una modelización del clima, describiendo diferentes futuros climáticos posibles, y sus consecuencias (más información): 

  • RCP 2.6: reducción significativa de emisiones desde 2020.
  • RCP 4.5: reducción significativa de emisiones a partir de 2040.
  • RCP 8.5: aumento continuado de las emisiones a lo largo del siglo XXI. 

En relación con los escenarios RCP, y la viabilidad de los mismos, los resultados del informe 2024 del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) indican que las concentraciones de dióxido de carbono y de metano en la atmósfera siguen incrementándose. De esta manera, el modelo RCP 2.6 debería darse por descartado.

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Media de la concentración atmosférica global mensual de CO2 (izquierda) y CH4 (derecha) promediada en columnas a partir de datos de satélite para 2003-2024 (línea punteada) y para 12 meses consecutivos (línea continua). Fuente de los datos: Datos consolidados del C3S / Obs4MIPs (v4.5) de 2003 a 2022 y datos preliminares del CAMS en tiempo casi real (2023). Registros GOSAT (CH4) y GOSAT-2 (CO2). Alcance espacial: 60 °S - 60 °N sobre superficie terrestre. Crédito: C3S / CAMS / CEPMPM / Universidad de Bremen / SRON.

Sin medidas de adaptación como la innivación artificial, muchas estaciones de esquí podrían volverse inviables para finales del siglo XXI, especialmente bajo el escenario más pesimista (RCP8.5)​​. En los Pirineos, por ejemplo, la altura mínima para nieve confiable se espera que aumente entre 400 y 600 metros en las próximas décadas​. Además, los eventos extremos como olas de calor invernales y lluvias en lugar de nevadas son cada vez más frecuentes, afectando la calidad de la nieve y la duración de las temporadas de esquí​​. Estas condiciones también limitan la efectividad de la innivación artificial, que requiere temperaturas consistentemente bajas y recursos hídricos significativos​​.

Destacamos en este sentido un estudio de investigación publicado en 2019, que analizó la fiabilidad de la nieve de 175 estaciones de esquí en Francia (Alpes y Pirineos), España y Andorra teniendo en cuenta estos escenarios.

RP 2.6 estaciones esqui

Cita completa del artículo de investigación: Spandre, P., François, H., Verfaillie, D., Pons, M., Vernay, M., Lafaysse, M., George, E., and Morin, S.: Winter tourism under climate change in the Pyrenees and the French Alps: relevance of snowmaking as a technical adaptation, The Cryosphere, 13, 1325–1347, https://doi.org/10.5194/tc-13-1325-2019, 2019.

El estudio realiza una clasificación de viabilidad de las estaciones de esquí teniendo en cuenta a las altitudes medias de las estaciones y la fiabilidad de la nieve natural y la nieve artificial, realizando la siguiente categorización:

  1. El frente de nieve se sitúa por encima de la línea del 90% de viabilidad con nieve natural tratada, es decir, incluso sin cañones de nieve la capa de nieve natural es suficiente en 9 de cada 10 inviernos.
  2. El frente de nieve se sitúa por encima de la línea del 70% de viabilidad con nieve natural tratada y por encima del 90% de viabilidad con nieve artificial.
  3. La altitud media de los remontes está por encima de la línea del 70% de viabilidad con nieve natural tratada y el frente de nieve está por encima de la línea del 90% de viabilidad con nieve artificial.
  4. La altitud media de los remontes está por encima de la línea del 50% de viabilidad con nieve natural tratada y el frente de nieve está por encima de la línea del 90% de viabilidad con nieve artificial.
  5. El frente de nieve se sitúa por encima de la línea del 90% de viabilidad con nieve artificial.
  6. La altitud media de los remontes está por encima de la línea del 90% de viabilidad con nieve artificial.
  7. La altitud media de los remontes está por debajo de la línea del 90% de viabilidad con nieve artificial, es decir, ni siquiera con la acción de los cañones de nieve artificial se consigue una capa de nieve suficiente.

Teniendo en cuenta estas categorías, la 1, 2 y 3 implican que las estaciones de esquí tienen condiciones fiables con nieve natural. La 4 y la 5 requieren para la fiabilidad de las mismas la producción de nieve artificial. Y la 6 y la 7 suponen que, incluso con producción de nieve artificial, las estaciones de esquí no son fiables frente a la escasez de nieve natural en las zonas más bajas de la estación.

En el caso del Pirineo, podemos comprobar que la referencia histórica tomada como punto de partida clasifica a las estaciones ubicadas en Aragón dentro de la categoría 5 (Astún, Formigal y Panticosa), una en la categoría 6 (Candanchú) y otra en la categoría 3 (Cerler). Al tomar como referencia el escenario RCP 8.5, en el periodo 2030-2050 todas las estaciones pasarían a la categoría 7, salvo Cerler que se mantiene en la categoría 6. En el caso del escenario RCP 2.6 (que, como hemos señalado, ya no sería alcanzable), en el periodo 2080-2100 Candanchú estaría en categoría 7, Cerler en categoría 5 y el resto en categoría 6.

Aplicando las previsiones a las estaciones de esquí ubicadas en la provincia de Huesca se concluye que, de cumplirse las tendencias, los escenarios identificados van a requerir una adaptación más amplia que la innivación artificial para el mantenimiento de las actividades. Sin entrar a valorar otros impactos, o la demanda de agua y energía de las instalaciones, se presentan a continuación las previsiones de horas potenciales de fabricación de nieve con temperaturas inferiores a -2 ºC a tres altitudes diferentes, a 1.200 metros, a 1.500 metros y a 1.800 metros. Estas se contrastan con los cambios de temperatura media del invierno en las mismas cotas.

temperatura fabricacion

Los datos que se presentan en este artículo se han realizado con la colaboración de Benito Fuentes, meteorólogo en la Agencia Estatal de Meteorología y miembro de la Asociación Meteorológica Española (más información en el podcast "La Ciencia del Cambio Climático"). Para ello, se han tenido en cuenta los indicadores Mountain Tourism Meteorology and Snow Indicators (MTMSI). Este conjunto de datos proporciona indicadores meteorológicos y de nieve para Europa, caracterizando las condiciones operativas de las estaciones de esquí invernales bajo escenarios climáticos pasados y futuros. El conjunto de datos consta de 39 indicadores de condiciones atmosféricas y de nieve calculados de manera similar para todas las regiones montañosas de Europa a la escala de las regiones NUTS-3 (Nomenclatura de Unidades Territoriales para Estadísticas) y por pasos de elevación de 100 m. Los indicadores de nieve se generan utilizando el modelo de capa de nieve Crocus, un modelo de capa de nieve de múltiples capas integrado en el modelo de superficie terrestre, SURFEX (Superficie Externalizada).

Completando el análisis de los datos, y en relación CON El conjunto del Estado, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha publicado el avance de las principales características climáticas de 2024 en España concluyendo que fue un año extremadamente cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 15,0 °C, valor que queda 1,1 °C por encima de la media anual (periodo de referencia 1991-2020).

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Medidas de adaptación para el sector de la nieve.

La alta incertidumbre respecto a los impactos climáticos en áreas montañosas ha fomentado en algunos casos una actitud de "esperar y ver" entre los actores involucrados para actuar de una manera estratégica. También la implementación de respuestas basadas en la negación o en el "optimismo tecnológico". Pero, en el contexto actual de crisis climática es clave adoptar enfoques estratégicos que permitan adaptar las actividades a  los escenarios más probables. Una aplicación de “acciones de no arrepentimiento” o no regrets para impactos de alta probabilidad, las cuales generan beneficios independientemente de si el escenario proyectado se materializa debería ser un modelo a tener en cuenta. Por otro lado, para situaciones con mayor incertidumbre, es posible implementar medidas de protección flexibles o incluso mantener una postura de inacción estratégica cuando los riesgos sean menos claros. Este enfoque se conoce como "planificación basada en opciones flexibles", destacando la importancia de la adaptabilidad y la capacidad de respuesta dinámica.

Entre las estrategias de adaptación analizadas, y que están más implantadas por el sector de la nieve, se encuentra la producción de nieve artificial y la optimización de su fabricación. Una medida ampliamente utilizada pero que requiere ser gestionada con criterios de sostenibilidad. Su eficacia depende de la disponibilidad de agua, energía y condiciones climáticas adecuadas, como temperaturas suficientemente bajas para la producción de nieve.

cañones 2024

Este enfoque también es limitado por el aumento de las temperaturas, que puede hacer inviable la producción de nieve incluso con tecnologías avanzadas. Además, la sostenibilidad a largo plazo de esta estrategia es cuestionable debido a las proyecciones de calentamiento global continuado, que señalan un aumento de entre 400 y 600 metros en las altitudes necesarias para garantizar condiciones fiables de nieve.

Tecnologías más eficientes y el uso de energías renovables son esenciales para reducir el impacto ambiental y el consumo de agua y energía de la producción de nieve artificial. 

Desde el sector (más información), se señala que los gastos para la producción de un metro cúbico de nieve artificial dependen de las condiciones particulares del terreno y, entre otras cosas, el suministro de agua, el servicio de bombeo, las infraestructuras de acumulación y las condiciones climáticas. Y se indica una referencia de entre 3,5 y 5 euros/m³.

Es importante destacar que la innivación artificial requiere que la temperatura del aire y la humedad sean propicias, es decir, es necesario que la temperatura del "bulbo húmedo", la cual se compone de la relación entre la temperatura y la humedad relativa del aire. Con una humedad muy baja (20%), se puede generar nieve artificial a una temperatura de bulbo seco de hasta +3 °C. La temperatura del agua también desempeña un papel fundamental. Lo ideal es que se sitúe ligeramente por encima del punto de congelación.

Estas consideraciones están generando un proceso de innovación tecnológica para poder innivar a temperaturas más elevadas, que es una medida de adaptación derivada de la producción de nieve artificial. Algunos ejemplos:

  • SnowFactory es un sistema diseñado para producir nieve artificial incluso en condiciones extremas, con temperaturas que pueden alcanzar los 35 grados. Funciona a través de un contenedor de refrigeración cerrado que simula un ambiente frío en su interior. Por su radio de acción, que es de alrededor de 150 metros, el sistema permite mantener zonas estratégicas, como áreas de debutantes o llegadas a telesillas incluso cuando las temperaturas externas son marginales. A pesar de su innovación, el sistema plantea algunas preguntas sobre su sostenibilidad y su capacidad para ser una solución a largo plazo. Su dependencia de energía para operar en condiciones extremas puede generar un impacto significativo, especialmente si se amplía su uso a gran escala. Además, aunque la nieve producida tiene una durabilidad notable, su mantenimiento en climas cálidos sigue siendo un reto. En condiciones de temperaturas superiores a los 10 o 15 grados, incluso la nieve de alta calidad puede sufrir una rápida pérdida de volumen, lo que implica un esfuerzo constante para su redistribución y conservación.
  • El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña (FGC) han lanzado el Laboratorio de la Nieve, un proyecto para desarrollar una tecnología más sostenible en la producción de nieve. Este sistema se probará en estaciones de montaña de FGC Turisme durante tres años, con financiación de los fondos Next Generation EU. El Laboratorio de la Nieve busca optimizar la producción de nieve reduciendo el consumo de agua y energía. La tecnología ha sido desarrollada por Albert Verdaguer (CSIC) junto con TechnoAlpin y está patentada por el CSIC. Su innovación clave radica en la mineralización del agua, un proceso que imita la formación natural de los copos de nieve al incorporar partículas minerales (feldespatos), lo que permite una nucleación más eficiente y una producción de nieve más rápida y consistente. Las pruebas se han trasladado del laboratorio a condiciones reales en estaciones de esquí de FGC, como La Molina y Boí Taüll, en la temporada 2023/2024, con planes de expansión en los siguientes años.

La diversificación de actividades turísticas también ha sido señalada como una medida fundamental. La diversificación de actividades recreativas más allá de la nieve ha demostrado ser una solución viable para garantizar la sostenibilidad de las estaciones durante todo el año. Actividades como senderismo, ciclismo, spa y espectáculos culturales no solo generan ingresos adicionales, sino que también atraen a un público más amplio. Según ATUDEM, la asociación estaciones de esquí y montaña de España, el 70% de las estaciones de esquí españolas están abiertas en verano, destacando la importancia de esta estrategia para su supervivencia económica.

cambio actividades

En este sentido, la reconversión a estaciones de montaña puede ser una alternativa necesaria en escenarios climáticos más severos. Esto implica aprovechar el capital físico existente, como telecabinas y otras instalaciones, y explorar nuevos modelos económicos basados en otras actividades en el medio no dependientes de la nieve que realicen un replanteamiento integral de su modelo de operación y oferta. Este enfoque busca diversificar las actividades más allá del esquí para reducir la dependencia de la nieve natural, cuya disponibilidad se ve afectada por el calentamiento global​​​:

  • Incorporando actividades recreativas como senderismo, ciclismo de montaña, escalada o actividades culturales y gastronómicas que son menos dependientes de las condiciones invernales​​.
  • Facilitando el desarrollo de otras actividades tradicionales.
  • Limitando el uso de nieve artificial para reducir su impacto ambiental. 
  • Optimizando el uso de los recursos, invirtiendo en infraestructuras más eficientes que contribuyen a la sostenibilidad de la operación​​.
  • Transformando el destino hacia un modelo cuatro estaciones, explorando modelos de gestión que integren prácticas de conservación ambiental, fomentando su atractivo tanto en verano como en invierno​​.
  • Mitigando el impacto climático con acciones para la reducción de emisiones de carbono y su absorción​​.
  • Ordenando y reduciendo las necesidades de transporte, evitando su impacto en el medio natural y reduciendo la contaminación.

Esta transformación no solo busca garantizar la resiliencia económica y ambiental de los destinos de montaña, sino que también responde a la necesidad de ofrecer alternativas sostenibles ante el creciente impacto del cambio climático​​.

Pero también cabe definir un replanteamiento del modelo económico local en la zona en la que se asienta una estación de esquí, implementando actuaciones para diversificar y fortalecer las economías, reduciendo su dependencia del turismo de nieve frente al impacto del cambio climático. Este enfoque garantiza la sostenibilidad económica, social y ambiental de las comunidades de montaña transformando los territorios de montaña en destinos sostenibles y versátiles, garantizando su viabilidad a largo plazo. Al diversificar la economía, fomentar la participación local y priorizar la sostenibilidad, las comunidades de montaña pueden adaptarse con éxito al cambio climático mientras protegen su entorno y mejoran su calidad de vida.

Este cambio de modelo requiere un enfoque multifactorial y la participación social, implicando a diversas administraciones públicas que deben de acompañar el proceso con instrumentos de planificación y de financiación. El replanteamiento debe modelizar la diversificación económica del territorio a través de la gestión de los riesgos climáticos, promoviendo actividades turísticas no dependientes de la nieve, como senderismo, ciclismo y eventos culturales, complementadas con la revitalización de sectores locales como la agricultura y la producción artesanal. Esto fomenta una economía más resiliente y menos estacional​​. A su vez, se debe realizar una optimización de las infraestructuras, con instalaciones polivalentes y modelos de transporte eficientes y sostenibles. Los modelos, además, deben de tener en cuenta la sostenibilidad impulsando prácticas de economía circular, el uso de energías renovables, soluciones basadas en la naturaleza y protección de los servicios ecosistémicos del territorio, reduciendo el impacto del destino turístico​​.

Por último, las acciones deben fomentar la participación comunitaria, involucrando en la planificación económica a la sociedad para asegurar que las estrategias sean justas y adaptadas a las necesidades locales.

adaptación montaña


Teniendo en cuenta los impactos previsibles del cambio climático, tanto en la actualidad como en los escenarios futuros identificados, otra de las medidas a tener en cuenta es la adaptación de las estaciones de esquí a las nuevas circunstancias generadas por el calentamiento global. Para ello, se plantea la elaboración de planes de adaptación territoriales que definen la estrategia para implementar las acciones necesarias para reducir la vulnerabilidad de un territorio, sector o comunidad ante los impactos climáticos presentes y futuros. Este tipo de planes identifican riesgos, establecen objetivos de resiliencia y diseña medidas específicas para minimizar los efectos negativos del cambio climático y aprovechar las posibles oportunidades. Por lo tanto, los componentes principales son:

  • Evaluación de riesgos y vulnerabilidades, analizando cómo los cambios climáticos afectan al área objetivo, considerando factores como la temperatura, las precipitaciones, los recursos hídricos y los ecosistemas. Esto incluye identificar sectores clave (como turismo, agricultura o energía) que puedan estar en riesgo​​.
  • Definición de objetivos, con metas claras, como garantizar la seguridad hídrica, preservar la biodiversidad, o mantener la viabilidad económica de actividades específicas, como el turismo en áreas de montaña​​.
  • Diseño de medidas de adaptación, incluyendo soluciones técnicas (como infraestructura resiliente), medidas basadas en la naturaleza (como la reforestación) y estrategias de gobernanza (como políticas participativas y educación ambiental)​​.
  • Planificación e implementación, priorizando las acciones según criterios como urgencia, costo-efectividad y beneficios sociales y ambientales. Esto incluye asignar recursos financieros y establecer cronogramas​​.
  • Identificación de las medidas de monitoreo y evaluación para medir el progreso y ajustar las estrategias según los resultados obtenidos y la evolución de las condiciones climáticas​​.

Es importante subrayar la importancia de fomentar la participación de la sociedad afectada y la colaboración entre las estaciones de esquí, las administraciones locales, autonómicas y estatales y los centros de investigación. La sinergia entre estos actores debe contribuir a diseñar estrategias que no solo mitiguen los impactos del cambio climático, sino que también promuevan el desarrollo sostenible de las regiones de montaña. Un plan de adaptación pretende promover un modelo de desarrollo, fortaleciendo la resiliencia de las comunidades y protegiendo los ecosistemas. Es una herramienta esencial para gestionar de manera proactiva los retos climáticos, minimizando riesgos y asegurando un futuro viable para generaciones actuales y futuras.

Francia es el segundo destino en días jornadas/esquiador del mundo, con más de 53 millones (el primero es Estados Unidos con más de 61). Las pernoctaciones vinculadas al turismo de montaña representan el 22,4% del total. El país tiene una característica específica ya que su oferta contempla grandes dominios esquiables junto a pequeñas estaciones de esquí. Y una cuestión específica, ya que el sector fue calificado por ley en 1985 como servicio público de carácter industrial y comercial. Los municipios, por tanto, tienen un rol fundamental en la explotación de las estaciones de esquí al gestionarlas directamente o delegando la misma en operadores privados.

La Cámara de Cuentas de Francia publicó en 2024 un informe en el que indicaba la necesidad de integrar medidas de adaptación en la gestión de las estaciones de esquí realizando varias recomendaciones:

  • Creación de un observatorio nacional que reúna todos los datos de vulnerabilidad de las montañas y que sea accesible a todos los agentes locales (Ministerio de Transición Ecológica y Cohesión Territorial).
  • Adaptación del gasto público a la realidad climática y económica de cada territorio, creando un fondo de adaptación al cambio climático para financiar acciones de diversificación y deconstrucción de instalaciones obsoletas, financiado por el impuesto local sobre los remontes mecánicos.
  • Desarrollo del marco normativo para que las autorizaciones de extracciones de agua destinadas a la producción de nieve tengan en cuenta las perspectivas climáticas.
  • Aprobación de planes de adaptación al cambio climático, poniendo en marcha los planes de montaña previstos en la Ley de Clima y Resiliencia.
  • Condicionado del apoyo público a la inversión en las estaciones de esquí al contenido de los planes de adaptación al cambio climático.

Otras medidas de adaptación identificadas son:

  • Monitoreo meteorológico y planificación de la gestión para actuar frente a los impactos climáticos.
    El monitoreo continuo de variables meteorológicas y climáticas es esencial para comprender los efectos del cambio climático y diseñar medidas de adaptación más eficaces para minimizar riesgos futuros. Sin embargo, a pesar de los avances en la proyección de escenarios climáticos, todavía existe una carencia de estudios que analicen el impacto socioeconómico y ambiental de las medidas de adaptación. 

  • Protección y conservación de los recursos nivales en el ámbito de la estación de esquí.
    Además de la fabricación de la nieve, en los procesos de gestión de las estaciones de esquí, se pueden implementar medidas específicas para promover la conservación del suelo y la vegetación para ayudar a retener la nieve natural, reduciendo la erosión y mejorando la captación de agua. También gestionar el modelaje de las pistas teniendo en cuenta que la nieve natural se conserva mejor en orientaciones que reciben menos exposición directa al sol, como las orientaciones norte o noreste. Estas áreas están menos afectadas por la radiación solar intensa, lo que retrasa el derretimiento de la nieve.

    También la implementación de medidas basadas en la naturaleza permite aprovechar los procesos naturales para proteger los recursos nivales, y retener y gestionar la nieve natural de forma más eficiente. Las prácticas habituales son:  la reforestación y conservación de la vegetación en áreas boscosas en las laderas de las montañas para disminuir la exposición al viento y la radiación solar, facilitando la retención de la nieve y estabilizando el suelo​​; la restauración de humedales y turberas, que actúan como esponjas naturales que retienen agua y la liberan gradualmente, ayudando a mantener las condiciones de humedad necesarias para la formación y conservación de la nieve​​; la gestión del suelo y la mejora de la cobertura vegetal en pendientes y pistas para reducir la erosión y favorece la acumulación de nieve en áreas críticas; y la microtopografía adaptada para crear estructuras naturales, como barreras de nieve hechas con ramas y matorrales, que permite acumular y distribuir uniformemente la nieve en las pistas de esquí​.

    Por último, y en algunas estaciones europeas, se está planteando como medida de adaptación el farming de nieve (o almacenamiento de nieve). Es una técnica utilizada para conservar nieve natural o artificial durante períodos más cálidos y reutilizarla cuando comienza la temporada de invierno. La acumulación de nieve se cubre con materiales aislantes como lonas geotextiles, virutas de madera, o mantas térmicas especiales que limitan la fusión de la nieve al reflejar la radiación solar y reducir el intercambio de calor. La nieve almacenada se redistribuye en las pistas para garantizar una base inicial de nieve, incluso si las temperaturas no son lo suficientemente bajas para la producción de nieve artificial o si las nevadas son escasas. Esta medida tiene sus limitaciones ya que requiere inversiones en infraestructuras con alto impacto, aumenta las necesidades de transporte de la nieve y tiene una aplicación muy concreta en determinadas zonas de la estación. 

Protección nieve

  • Ampliación de áreas esquiables y horarios de uso.
    La ampliación de horarios para actividades recreativas, como el esquí nocturno bajo luz artificial, es una estrategia que permite maximizar el uso de los días con nieve. La estación de Sierra Nevada, por ejemplo, ha liderado este enfoque, reduciendo las pérdidas asociadas a temporadas más cortas. No obstante, esta práctica enfrenta desafíos como condiciones meteorológicas adversas o el aumento del riesgo de accidentes. Tampoco es evidente su capacidad de adaptación y, por otro lado, no contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

    En ocasiones, y teniendo en cuenta la falta de nieve en zonas bajas o en orientaciones no adecuadas, se plantea como medida de adaptación la ampliación del área esquiable hacia zonas con mayor disponibilidad de nieve natural, facilidad para la innivación o en altitudes mayores con temperaturas más bajas que contribuyen a la preservación de la nieve. Esta opción requiere la evaluación de los impactos ambientales, económicos y sociales lo que, en ocasiones, genera discrepancias con la necesaria protección de determinados territorios de montaña. La competencia por el uso del suelo, los costos de construcción y el posible daño a paisajes protegidos son barreras que deben ser tenidos en cuenta para garantizar la sostenibilidad de las operaciones.

Criterios acordados por la Mesa de la Montaña de Aragón para exigir a los proyectos de la nieve.

En el año 2010, el Gobierno de Aragón, puso en marcha la Mesa de la Montaña con el objetivo de "explorar, desde los legítimos intereses de todas las partes, qué contenidos -que pudieran traducirse en una norma- propiciarían el hacer compatible un desarrollo de las zonas de montaña que permitiera vivir a la gente con dignidad en su tierra, con que ese desarrollo fuera sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental". En el proceso de participación desarrollado por la mesa se plantearon las siguientes cuestiones:

  • Diseñar juntos un modelo consensuado de desarrollo de la montaña, que nos marcaría el horizonte hacia el que trabajar.
  • Debatir sobre objetivos y contenidos de la futura Ley de Montaña de Aragón (no aprobada).
  • Explorar posibilidades de acuerdo, desde criterios comunes, en los proyectos concretos de nieve que estaban encima de la mesa y habían generado contestación social.

Aunque la mesa no trabajó de manera específica la adaptación, destacamos las propuestas que realizó para identificar unos criterios exigibles a los proyectos de ampliación de las estaciones de esquí. Pretendía con este trabajo generar un compromiso de los poderes públicos ante cualquier proyecto que se presente a la sociedad y que afecte, de manera sustancial, a los territorios de montaña:

  1. Lograr la máxima adaptación del esquí a la morfología de las montañas, minimizando las actuaciones que pongan en riesgo la preservación de los suelos y las afecciones sobre las laderas.
  2. Que cuando se plantee un proyecto concreto, se garantice la participación de la población local en la toma de decisiones sobre la intervención y las infraestructuras, partiendo de la base de la existencia de una demanda por parte de los potenciales usuarios.
  3. Que fomente el desarrollo endógeno y mejore las condiciones de vida en las poblaciones del entorno, favoreciendo, en la medida de lo posible, la creación y mantenimiento de iniciativas empresariales locales (economía de proximidad).
  4. Que, por su dimensión pública, se pueda explicar -contemplando la realización de un análisis de alternativas sobre el citado proyecto- de una forma transparente, la rentabilidad económica y social del proyecto para los municipios implicados y para la sociedad en general.
  5. Que se estudien y se tengan en cuenta, con el máximo rigor, los distintos escenarios del cambio climático y sus efectos.
  6. Garantizar la reversibilidad de las diversas instalaciones contempladas en cualquier nueva actuación, en relación con proyectos de nieve en zonas de alta montaña.
  7. Que en los proyectos se prime la calidad en la gestión, diseño y promoción del modelo de esquí.
  8. Que se garantice la reinversión de los beneficios derivados de la ejecución en mejoras del proyecto y de la zona, pero también en proyectos de interés general que podrían implementarse en otros territorios fomentando la cohesión territorial.
  9. Que favorezca, con medidas singulares, el asentamiento de población, con la creación de empleo, la fijación de servicios básicos y la mejora de la accesibilidad a la vivienda, tanto de la gente que trabaja, como de la que se quiere quedar a vivir.
  10. Que se asegure y favorezca la compatibilidad de la intervención, relacionada con la nieve con los usos agroganaderos.
  11. Que se eviten nuevas urbanizaciones en altura, actuando en el entorno de núcleos existentes con la finalidad de consolidar, mejorar y preservar el sistema de núcleos de población y con topes para su crecimiento en relación con su dimensión o con criterios para establecerlos. Que se respete el paisaje urbano y las características urbanísticas y constructivas tradicionales en cada población. Y que se priorice el uso hotelero o, en general, el de alojamiento turístico en sus diferentes modalidades, frente al residencial.
  12. Antes de aprobar futuros proyectos ubicados en espacios de la Red Natura 2000 o que afecten a las especies amenazadas, considerar su compatibilidad con las medidas previstas en los Planes de Gestión, en los Planes de Recuperación o Conservación de especies amenazadas, cuya aprobación debería ajustarse al calendario fijado por la Ley 42/2007. Para los proyectos en trámite, acelerar la aprobación previa de estos planes. En ambos casos, contemplar medidas que fomenten la coherencia ecológica y la conectividad de la Red Natura 2000 tal y como prevé el art. 46 de la mencionada Ley.
  13. Desarrollo de un Plan de Transporte y Movilidad para el entorno de la estación de esquí (pistas y municipios) que evite los aparcamientos en altura.
  14. Asegurar el seguimiento de los impactos y de las implicaciones ambientales de este tipo de proyectos y la difusión de los Planes de Vigilancia Ambiental contemplados en el Estudio de Impacto Ambiental, realizando un especial control de los condicionados a la ejecución del proyecto.

Estos criterios no se han tenido en cuenta en desarrollos posteriores. La propuesta de unión de las estaciones de esquí de Astún y Formigal (del grupo Aramón), y el proceso posterior, ha generado un conflicto social que todavía persiste en el territorio (en la web hacemos una recopilación de noticias y diferentes posturas sobre la cuestión).  

La opinión de expertos sobre las medidas de adaptación.

Al estudiar las medidas de adaptación, hemos recopilado una diversidad de opiniones de organizaciones empresariales, de entidades públicas y de otros actores relacionados directamente con el sector. Apuntamos también que se ha perseguido expresamente la participación de las estaciones de esquí asociadas a ATUDEM, para conocer la operativa al respecto, con un éxito dispar. 

Condiciones extremas

A continuación, destacamos las medidas que se han propuesto (se puede acceder a todas las entrevistas en este enlace) en las diversas entrevistas realizadas y algunas de las conclusiones principales. De las 8 propuestas planteadas, las medidas transformadoras han sido las más comentadas: 

  • Producción de nieve artificial.
    • Parece ser la única respuesta que ofrece el sector de la nieve. La producción de nieve artificial es una medida que ayuda, pero hay que analizar cada situación y crear nuevas actividades. Hay que generar interés en el Pirineo con actividades que estén adaptadas y sean sostenibles con el entorno. 
    • La producción de nieve artificial es una medida temporal y en algunas zonas se ha comenzado a conservar nieve de una temporada a otra, pero hay que ver qué pasará. Para implementar la adaptación adecuada, debemos tener en cuenta la tecnología y la innovación.
  • Adaptación de las estaciones de esquí a las nuevas circunstancias, diversificando y replanteando las actividades. Replanteamientos del modelo económico local.
    • Es fundamental pensar en el territorio y en la población que vive en la zona a la hora de tomar decisiones. En necesario tener en cuenta el trabajo de las entidades locales junto con el sector empresarial para trabajar conjuntamente en proyectos sostenibles. Cada territorio es diferente, por tanto, hay que analizarlos y aplicar medidas concretas en cada uno de ellos. Las actividades se deben adaptar en todas las estaciones, no solamente el esquí en la época de invierno, sino que hay que reflexionar al respecto. ¿Qué puedo hacer en cada estación? ¿Cómo me puedo organizar? ¿Cómo puedo comercializarlo?
    • Se debe transformar el sector turístico con más conciencia y sin depender de los picos de nieve. Es absurdo invertir en algo que tiende a desaparecer paulatinamente (la nieve). Cambio, transformación es igual a adaptación. No ver esta situación como algo negativo sino como una oportunidad de cambio y de evolución. Aprovechas las zonas más bajas donde no haya tanta nieve para desarrollar otras actividades como senderismo, raquetas, btt, etc. No marcar tanto las estaciones, sino ofrecer actividades y adaptarlas a si hay o no nieve.
    • Las infraestructuras podrían expandir sus actividades hacia otros sectores durante todo el año, aunque muchas de pueden ser incompatibles con la preservación del medio ambiente: la afluencia masiva de usuarios o el riesgo de erosión de las laderas con bicicletas y karts son problemas que, de surgir, deberían abordarse de manera adecuada.
    • Se ha perdido una oportunidad con los Fondos de Recuperación para implementar unas medidas realmente adaptativas. Hay que establecer planes de uso, adecuar infraestructuras, regular actividades. Es evidente que el cambio climático está afectando y hay que adaptarse a la nueva situación. No todas las medidas de adaptación son válidas, hay que analizar las que tienen menor impacto. Por tanto, hay que hacer estudios de adaptación y aplicar medidas concretas a cada zona, no genéricas. Pero se debe diversificar las actividades, en la medida de lo posible, para ofrecer alternativas sostenibles.
    • La ampliación de estaciones de esquí en zonas donde cada año la cobertura de nieve está disminuyendo es un claro ejemplo de maladaptación que puede generar serios problemas en el territorio. Este tipo de megaproyectos, a menudo impulsados por intereses políticos y económicos a corto plazo, no solo ignoran los principios de sostenibilidad, sino que además exacerban las vulnerabilidades de los ecosistemas alpinos. Estas medidas intentan sostener actividades económicas dependientes de condiciones climáticas cada vez más inestables, como la nieve, cuya presencia ya se ve seriamente afectada por el cambio climático.
    • Algunas acciones desarrolladas con el objetivo de evitar o reducir los riesgos derivados del cambio climático en vez de resolver problemas, los trasladan a otros lugares o comunidades, sobre las que provocan efectos adversos, o bien plantean soluciones que sólo resultan útiles a muy corto plazo, de forma que la adaptación entra en callejones sin salida.
  • Reconversión de las estaciones de esquí hacia estaciones de montaña.
    • Realizar una transición hacia nuevas actividades de manera simultánea y progresiva. Mucha información, mucha incidencia en estas nuevas actividades con planificación económica y formativa. También desestacionaliza la actividad.
    • Diversificar la actividad produce un aumento de la afluencia turística y, por tanto, un mayor impacto. Por tanto, es importante aplicar medidas con estudios previos de viabilidad y datos científicos que las respalden.
    • En unos años no dispondremos de nieve, pero sí del Pirineo, paisaje con un gran potencial a nivel europeo. Por tanto, hay que preservar y adaptar este espacio. Para ello, el dinero público debe destinarse a su preservación.
  • Transformar los dominios no esquiables en zonas naturales.
    • Las estrategias de gestión ambiental deben centrarse en fomentar la resiliencia de los ecosistemas. Se tiene que trabajar frente al riesgo de incendios y en la gestión eficiente del agua. Existe un gran reto para afrontar todos los cambios que se están dando en el Pirineo, cambio climático y cambio de usos. Para ello es fundamental la gobernanza, llegar a acuerdos entre todos los actores de la sociedad.
    • Restaurar y conectar hábitats para facilitar la migración de especies, promover prácticas agrícolas y forestales sostenibles, priorizar la conservación de especies clave y endémicas e involucrar a las comunidades locales en la toma de decisiones y en la implementación de medidas adaptativas.
  • Consolidar los dominios esquiables en altura.

  • Monitoreo meteorológico y climático para realizar proyecciones para la toma de decisiones.

  • Disminuir la emisión de gases de efecto invernadero asociados a la actividad deportiva. 
    • El sector turístico, igual que el resto de los sectores económicos, debe descarbonizarse para que sea posible transitar hacia el objetivo de neutralidad climática. Y para ello se han puesto sobre la mesa un amplio conjunto de propuestas que deben ser valoradas en todos los ámbitos turísticos, incluido el de la nieve: impulso a las redes de transporte público y desarrollo de planes de movilidad específicos para destinos turísticos, sin olvidar otros como el cálculo de la huella de carbono y la descarbonización de los establecimientos turísticos.
  • Digitalización del turismo y ampliación de la oferta turística cuatro estaciones.
    • Hay que aprovechar la cultura del visitante respecto a la desestacionalización, hay muchas personas que viajan fuera de las temporadas que tenemos categorizadas como periodos turísticos. También se debe tener en cuenta que la adaptación del sector de la nieve y la generación de nuevas actividades afecta a la oferta inmobiliaria de la zona.

Características de las estaciones de esquí españolas (datos temporada 23-24):

  • Dominio esquiable superior a los 100 km: Astún, Baqueira Beret, Formigal y Sierra Nevada.
  • Dominio esquiable entre los 100 km y los 50 km: Candanchu, Cerler, Masella y La Molina.
  • Dominio esquiable entre los 50 km y los 20 km: Alto Campoo, Boí Taüll, Espot, Panticosa, Port Ainé, San Isidro, Valgrande Pajares, Valdezcaray y Valdesquí.
  • Dominio esquiable inferior a los 20 km: Fuentes de Invierno, Javalambre, Leitariegos, Manzaneda, Puerto de Navacerrada, Sierra de Béjar, Tavascán, Valdelinares, Vallter y Vall de Núria.

En relación a la cota más baja de la estación, que condiciona la adaptación frente a los efectos del cambio climático en términos de mantenimiento de la nieve:

  • 3 estaciones presentan una cota mínima por encima de los 2.000 m de altura.
  • 12 estaciones tienen su cota mínima por debajo de los 1.600 m de altura.
  • 2 estaciones, Valgrande Pajares y Panticosa, tienen una cota mínima por debajo de los 1.400 m de altura.

datos estaciones esquí 24 25

Las estaciones de esquí ofrecen a través de sus páginas web información sobre sus políticas ambientales. El 52% de las empresas incluyen alguna información relacionada con la sostenibilidad o su acción frente al cambio climático (medidas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero) y solo el 24% realiza algún tipo de referencia a medidas de adaptación.

datos CC web estaciones esquí 2024

Datos de las estaciones de esquí de fondo (datos 13 enero, temporada 24-25):

Fondo pirineo catalán

Esquí Fondo pirineo aragonés

Esquí Fondo pirineo navarro

Esquí Fondo otras pistas

Con relación a las respuestas facilitadas por las estaciones de esquí, consideramos las respuestas obtenidas de La Masella, Tavascan, Cetursa (Sierra Nevada), San Isidro y las estaciones de esquí gestionadas por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), Boí Taüll, Espot, La Molina, Port Ainé, Vallter y Vall de Núria.

Se indica que es importante contar con indicadores más allá de la estabilidad que puede verse en las jornadas de esquí y en la situación financiera. En estos dos aspectos, las cifras indican la fortaleza actual del negocio en Sierra Nevada y en las grandes estaciones de esquí españolas.

En todos los casos, se indica la fabricación de nieve artificial como la principal medida de adaptación (el sector utiliza el término nieve producida dado que los componentes principales, agua y aire, son naturales). Sobre esta medida, se realizan las siguientes apreciaciones:

  • Aunque la innovación sobre la fabricación de nieve es la solución, es un mensaje demasiado optimista y reduccionista a la vez, aunque sí que indudablemente ayuda a mejorar los rendimientos de las instalaciones en términos de eficiencia dado que los equipos han ido mejorando a lo largo de los últimos 30 años.
  • Hay que trabajar modelos operacionales que aprovechen las "ventanas meteorológicas" óptimas para la producción de nieve, así como gestionar un buen mantenimiento de pistas fuera de la temporada de invierno, e incluso ayudarse de softwares existentes en el mercado para el pisado de pistas que ofrecen información en directo de los grosores de nieve para un mejor aprovechamiento de la nieve producida.
  • Sobre innovación, FGC Turisme en colaboración con el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) está trabajando en el Laboratorio de la Nieve para producir nieve a temperaturas más altas, con más volumen de nieve por la misma cantidad de agua y con menos aire a presión, por lo tanto, con menos coste energético.
  • Es necesaria la consolidación de los dominios esquiables, sobre todo en altura. 

También se indica la necesidad de diversificar las actividades para desestacionalizar la oferta, destacando que:

  • Las estaciones de esquí se tendrán que adaptar de cara al futuro a los nuevos escenarios climáticos desestacionalizando las actividades para compensar las futuras temporadas de invierno que, probablemente, serán más cortas.
  • Es necesario diversificar las posibles actividades para alargar la temporada. Es importante desarrollar proyectos que permitan generar actividad fuera de la temporada de esquí.
  • Es necesario abordar la reconversión de las estaciones de esquí integrando otras actividades recreativas.
  • Se debe asumir la necesidad en algunos casos de la transformación de los dominios esquiables abandonando, incluso, las zonas más bajas. Es necesario desarrollar procesos de transformación con la participación en conjunto de todos los sectores implicados: turístico, medioambiental, social, económico, etc.

descarbonización nieve

Por otra parte, frente a la cuestión de la mitigación del sector de la nieve, las estaciones de esquí participantes señalan las siguientes cuestiones vinculadas a los  esfuerzos de descarbonización:

  • Según el Plan de Acción Climática 2030 de FGC Turisme las emisiones de alcance 3 representan en su caso alrededor del 85% del total de las emisiones.
  • Un aspecto importante que hay que tener en cuenta es que la ubicación de los centros de montaña genera mucha movilidad en los usuarios, y cualquier evento relacionado con la celebración de campeonatos tiene un impacto relevante en la generación de emisiones de GEI. Es necesario medir el impacto para poder tomas medidas para reducirlo.
  • La fuente de emisión más relevante de la huella de carbono de la industria del esquí son los desplazamientos de los esquiadores entre origen y destino. En este sentido, son necesarias inversiones por parte de las AA.PP. para fomentar el transporte público.
  • Se debe de contemplar el modelo de transporte en los valles para facilitar las conexiones entre el valle y las estaciones de esquí, o entre estaciones de esquí:
    • Fomentando el "carsharing" y el "carpooling" para acceder a la estación.
    • Realizando inversiones en transporte público (navettes) entre el valle y las estaciones de Masella y La Molina (caso concreto).
    • Construcción de ascensores desde el valle o instalaciones que evitan el transporte por carretera (ejemplo del proyecto de telecabina de Benasque a Cerler). 
    • Instalando puntos de recarga para vehículos eléctricos (por ejemplo, Sierra Nevada cuenta con 50 puntos).
    • Integrar en la oferta de la estación tarifas especiales de aparcamiento y recarga de cehículos eléctricos.
    • Integrar en la oferta de la estación tarifas especiales de aparcamiento y remonte para el coche compartido.
  • Se están implementando medidas para monitorizar los consumos que, consecuentemente, permiten realizar seguimiento de los objetivos de reducción de la huella de carbono:
    • Evolución de los consumos en kw/h de los distintos sectores de trabajo dentro de la estación como remontes, nieve artificial y máquinas.
    • Evolución del coste de la jornada de esquí en kw/h.

  • Muchas estaciones de esquí han modificado su modelo de consumo de energía eléctrica optando por la procedente de fuentes renovables.

El caso de FGC Turisme (Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya).

Las 6 estaciones de esquí que gestiona FGC Turisme (Boí Taüll, Espot, La Molina, Port Ainé, Vallter y Vall de Núria) integran su acción climática en un Plan de Acción Climática 2030, estableciendo objetivos basados en la ciencia para acelerar la descarbonización a través de la iniciativa Science Based Targets y que han sido considerados de conformidad con los criterios y recomendaciones SBTi.

Por su parte, el Govern de la Generalitat de Catalunya ha impulsado l’Estratègia del Pirineu 2024-2030 para actuar en las comarcas de la Alta Ribagorça, Pallars Sobirà, Pallars Jussà, Alt Urgell, Cerdanya, Solsonès, Berguedà i Ripollès y la Val d’Ara. El objetivo de la estrategia es la regulación de estas áreas para mantener el equilibrio ambiental y evitar su degradación. Asimismo, la crisis climática, que tiene efectos significativos en las áreas de montaña, requiere nuevos enfoques en la oferta turística y medidas integrales relacionadas con la movilidad. 

Por este motivo, propone la transformación de las estaciones de esquí alpino y de fondo en estaciones de montaña 365 días al año, en coordinación con la oferta turística y las particularidades del Pirineo, para atraer un turismo desestacionalizado y equilibrado territorialmente. Y fomentar la movilidad turística descarbonizada y sostenible (con vehículos compartidos, transporte público, medios de transporte lentos, etc.) para acceder a los espacios naturales y puntos de interés turístico.

La estrategia plantea un plan de transformación de las estaciones de esquí alpino gestionadas por FGC para convertirlas en destinos activos de deporte y ocio de montaña en destinos activos de deporte y ocio de montaña. Para crear centros turísticos de montaña durante todo el año, y conseguir un incremento de visitantes no esquiadores durante la temporada de invierno y convertirse en un atractivo turístico durante la temporada de verano, se propone antes de 2030: 

  • Vallter: transformación de la base de la estación en la cota 2.100 en un centro de ocio familiar que actúe de puerta de entrada al Parque Natural de les Capçaleres del Ter i del Freser.
  • Vall de Núria: ampliación del parque lúdico con la transformación de las pistas de esquí de debutantes en un gran espacio de ocio familiar durante todo el año.
  • La Molina: plan de actividades del refugio de montaña de Niu de l'Àliga para convertir el equipamiento en un punto de atracción durante todo el año y una puerta de entrada al Parque Natural del Cadí-Moixeró.
  • Port Ainé: reforma integral del Hotel de Port Ainé, de la cafetería de cota 2.100 y nuevo edificio de servicios para transformar la estación en punto de atracción durante todo el año, aprovechando su ubicación cercana al Parque Natural de l'Alt Pirineu y con conexión directa con la estación de esquí nórdico de Sant Joan de l'Erm.
  • Espot: proyecto constructivo de transformación del núcleo de la estación a cota 2.000 para facilitar la acogida de los usuarios del nuevo parque de bicicletas que se está creando.
  • Boí Taüll: proyecto de transformación del sector de Vaques para poder ofrecer nuevas actividades de ocio aprovechando las instalaciones existentes.

La estrategia también propone acciones específicas para las estaciones de esquí nórdico para promover su apertura más allá de la temporada de invierno. Para ello, se van a ampliar y modernizar los refugios existentes, se implementarán equipamientos para diversificar las actividades (zonas de picnic, puntos de observación nocturna, rocódromos, talleres para BTT, parques de aventura, etc.) o se organizarán nuevas rutas de senderismo y BTT. 

 Más información sobre el plan de acción: ver enlace.

Más información sobre la Estratègia del Pirineu 2024-2030: ver enlace


Nuestras conclusiones.

El análisis de la información disponible sobre los impactos del cambio climático al sector del turismo de nieve, de las medidas específicas para adaptar las actividades a la situación actual y futura, la opinión de expertos y responsables de estaciones de esquí y las previsiones en planes y programas permite realizar una serie de consideraciones al respecto.

Previamente, hay que destacar las dificultades para enfrentarse de una manera decidida e integral a la cuestión. Existe un modelo prácticamente único para “controlar” la incertidumbre generada por el cambio climático en zonas de montaña y no acometer la búsqueda de soluciones más integrales teniendo en cuenta el conocimiento científico. Aunque encontramos referencias en múltiples informes sobre los problemas de entender la innivación artificial como única solución para que el sector se adapte, es la medida que genera más inversiones y desarrollos.

En relación a la incertidumbre, la orden de subvención que el Gobierno de Aragón publicó en 2024 para poner en marcha el plan de inversiones de 78 millones de euros destinado a la modernización de las estaciones de esquí, que fundamentalmente se ha destinado a ampliar o mejorar las instalaciones de nieve artificial, reconocía en su exposición que “la dependencia de ese sector de la meteorología y de las precipitaciones, además de generar un alto grado de incertidumbre cada temporada, condiciona enormemente el resultado de la actividad económica. A este respecto, no es tanto la ausencia de precipitaciones en forma de nieve (que de una manera regular se vienen produciendo todos los años, con muy escasas excepciones) sino la imposibilidad de controlar cuándo tienen lugar esas precipitaciones, lo que genera la mayor incertidumbre en el sector”.

Esta cuestión es determinante porque puede retardar otras acciones más sistémicas como la transformación o reconversión del modelo turístico, evitando la excesiva dependencia de la nieve. Por otro lado, parece evidente la necesidad de generar un análisis más exhaustivo de las soluciones para evitar que se esté generando un proceso de maladaptación

En este sentido, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) 2021-2030, en su línea de acción 13.3 (ver enlace), indica que se deben de definir modelos turísticos más sostenibles y más resilientes a los impactos del cambio climático. Y, en concreto, se citan intervenciones como avanzar de un turismo de esquí a turismo de montaña, evitando "aquellas acciones que hagan recaer los costes de la adaptación de forma desproporcionada sobre los más vulnerables o que definan rutas de adaptación que comprometan de forma injusta las opciones para las generaciones futuras”.

Se entiende por acciones de maladaptación las que pueden provocar incrementos del riesgo de efectos negativos relacionados con el clima, incremento de la vulnerabilidad o pérdida del bienestar, ahora o en el futuro. Algunos ejemplos serían las medidas que incrementen la exposición a riesgos climáticos (por ejemplo, promoción de desarrollo económico en localizaciones de alto riesgo), las que incrementan riesgos climáticos (por ejemplo, mayores emisiones de gases de efecto invernadero), las que incrementan vulnerabilidad ambiental, social o económica (por ejemplo, el desplazamiento del riesgo de inundación aguas abajo) o las que reducen los incentivos para la adaptación.

El Reglamento (UE) 2020/852, sobre el establecimiento de un marco para facilitar las inversiones sostenibles, establece seis objetivos de referencia a los que las actividades económicas no deberán causar ningún perjuicio significativo, para ser consideradas sostenibles. Uno de estos objetivos es la adaptación al cambio climático. El artículo 17 del Reglamento, sobre el establecimiento de un marco para facilitar las inversiones sostenibles, establece que una actividad económica causa un perjuicio significativo a la adaptación al cambio climático, “cuando la actividad provoque un aumento de los efectos adversos de las condiciones climáticas actuales y de las previstas en el futuro, sobre sí misma o en las personas, la naturaleza o los activos”.

Las directrices técnicas preparadas por la Comisión Europea para la aplicación del principio “do no significant harm” en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, aclaran que “se puede provocar un daño significativo al objetivo de adaptación al cambio climático, bien (a) no adaptando una actividad a los impactos adversos del cambio climático cuando esa actividad corre el riesgo de sufrir esos impactos o (b) por maladaptación, cuando la aplicación de una solución de adaptación que protege un lugar (“personas, naturaleza o activos”) incrementa los riesgos en otro lugar (por ejemplo, construyendo un dique en torno a una parcela en una llanura de inundación que tiene como resultado el desplazamiento del riesgo a una parcela vecina sin protección)”.

Más información sobre el concepto de la maladaptación: ver documento.

En la misma línea, instituciones como el Tribunal de Cuentas Europeo reconoce la necesidad de abordar de manera rápida la adaptación de las estaciones de esquí, concluyendo que invertir en cañones de nieve artificial en lugar de centrarse en el turismo durante todo el año es un modelo de maladaptación porque “los cañones de nieve aumentan la presión sobre el uso del agua y solo ofrecen una solución a corto plazo para abordar el cambio climático". 

Como ya se expuso, el Tribunal de Cuentas francés concluyó en un informe de 2024 que la generación de nieve artificial puede dar lugar a una adaptación inadecuada, pues aumenta la presión sobre el uso del agua y apenas ofrece una solución a corto plazo para abordar el cambio climático.  

Por otro lado, el informe “Pour une montagne vivante en 2030”, realizado por el ex ministro de los Altos Alpes Joël Giraud por indicación de la primera ministra Elisabeth Borne, concluyó que debido a la reducción de la duración de la capa de nieve, el retroceso de los glaciares, el debilitamiento de la cubierta forestal, el aumento de los riesgos naturales y el fin del turismo de nieve de aquí a 2100, es necesario entre otras cuestiones apoyar una salida pacífica del modelo de esquí, adaptada a la diversidad de situaciones ampliando la oferta turística.

También la “Estrategia Pirenaica de Cambio Climático: Una estrategia para la cooperación en la acción climática (2030-2050”, aprobada por el Consorcio de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (y realizada por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático), indica que teniendo en cuenta las previsiones climáticas y para mantener el atractivo turístico de la cordillera, parece necesario desestacionalizar la oferta actual readaptando los modelos de desarrollo turístico hacia una reducción de las actividades relacionadas con la nieve y desarrollando las oportunidades emergentes del turismo de naturaleza y montaña, impulsando una oferta turística sostenible.

Por último, la Declaración de Puigcerdà 2024 aprobada por Euromontana (red europea de stakeholders para el desarrollo sostenible y la calidad de vida en las montañas) reconoce que la prosperidad de las zonas de montaña radica también en su capacidad de resistencia frente a diversas crisis, destacando el cambio climático, que afecta más rápida y gravemente a las zonas de montaña lo que hace que "nuestros sectores económicos, en particular la agricultura, la industria y el turismo, deben adaptarse a esta nueva realidad. Con el aumento de las temperaturas se pone en entredicho la viabilidad a largo plazo del turismo de invierno en determinadas zonas de montaña, que necesitan apoyo en sus estrategias de diversificación, teniendo en cuenta al mismo tiempo los riesgos de mala adaptación y los conflictos potenciales por el uso del espacio y los recursos naturales".

Más información sobre estas medidas en el siguiente enlace.

Para focalizar una respuesta adecuada para tener unos territorios de montaña resilientes, es necesario y urgente implementar acciones concretas para:

  1. Mejorar el conocimiento sobre los impactos del cambio climático en las zonas de montaña, y dar a conocer las previsiones científicas sobre los retos de la adaptación al cambio climático a las partes interesadas, a los responsables de la toma de decisiones y al público en general.
  1. Aplicar una visión a largo plazo con un enfoque integral que contemple el impacto ambiental, social y económico de las medidas de adaptación. Para ello, es fundamental aplicar a las medidas un análisis previo para evitar la implementación de acciones que generen una maladaptación.
  1. Generar condiciones de vida y oportunidades atractivas en las zonas de montaña que permitan fijar población de manera permanente, creando nuevos modelos económicos y cadenas de valor basadas en los activos de la montaña y su saber hacer. Es necesario apoyar el desarrollo de capacidades de innovación en zonas de montaña para acelerar la implementación de estrategias de adaptación al cambio climático.
  1. Promover un cambio en el modelo turístico diversificando tanto la oferta de servicios turísticos como las actividades económicas disponibles en un mismo territorio para aumentar la resiliencia de las zonas de montaña al cambio climático, sobre todo en referencia al esquí. Es necesario crear incentivos para la inversión en turismo local y modelos slow, como rutas de ciclismo, senderismo y escalada. Estas actividades se consideran sostenibles y distribuyen el turismo de forma más uniforme a lo largo del año, lo que representa una solución a largo plazo para la zona.
  1. Para el turismo de nieve, la adaptación es inevitable. Se tiene que contemplar una planificación de las medidas incorporando herramientas de monitoreo y análisis predictivo para anticipar escenarios climáticos futuros y definir respuestas adaptativas adecuadas, con un enfoque integral y transformador.
  • Adaptando la oferta de las estaciones a las proyecciones climáticas, asumiendo la inviabilidad en su caso de las áreas de mayor vulnerabilidad y priorizando inversiones en infraestructuras resilientes que respeten el principio de “no causar un perjuicio significativo” al medio ambiente.
  • Transformando las estaciones en destinos multiactividad durante todo el año que permitan, no solo enfrentar la falta de nieve, sino también atraer a un público más amplio y mitigar riesgos económicos.
  • Evitando soluciones únicas basadas en la producción de nieve, sobre todo en las cotas más bajas o en las laderas con peores condiciones para su mantenimiento, integrando en la toma de decisiones el impacto del cambio climático al recurso hídrico, y evitando el “optimismo tecnológico” para abordar de una manera adecuada la cuestión.
  1. El turismo de nieve, a su vez, debe liderar el cambio y ser un referente en el territorio, implementando prácticas de sostenibilidad y de acción frente al cambio climático. Deben establecer compromisos claros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las operaciones de las estaciones y ser emisiones netas cero cuanto antes, enfatizando:
  • En el desarrollo de soluciones tecnológicas para actuar ante la escasez del agua, mejorar la eficiencia energética, la generación y uso de energía renovable, la gestión circular de los residuos y la reducción del impacto ambiental de las operaciones, incluyendo la producción de nieve.
  • En la gestión sostenible e intermodal del transporte y la movilidad en el entorno de las estaciones de esquí (pistas y municipios), evitando las infraestructuras en altura.
  1. Poner en valor las soluciones basadas en la naturaleza, los servicios ecosistémicos del territorio y la protección del territorio más vulnerable, promoviendo la implementación de actuaciones resilientes que permitan reforzar el valor protector de las zonas de montaña, y estableciendo modelos para profundizar en la solidaridad por parte de los territorios que se benefician de los servicios de la montaña.
  1. Involucrar a las partes interesadas y a los ciudadanos para su participación en las estrategias de adaptación para promover la comprensión y la aceptación de la transición, que necesariamente tiene que ser justa, incorporando enfoques que consideren las desigualdades sociales y trabajen para incluir a las comunidades más vulnerables en los beneficios y la toma de decisiones para asegurar su sostenibilidad social. Es fundamental desarrollar, en este sentido, alianzas estratégicas de mayor ámbito territorial que faciliten el intercambio de conocimientos y recursos.

La aplicación de estas cuestiones requiere su concreción en políticas específicas a nivel estatal, autonómico y local (por ejemplo, la Estratègia del Pirineu: línies d'actuació 2024-2030 desarrollada por la Generalitat de Catalunya), o estatales (como en Francia y Austria), desarrollando los principios operativos del PNACC. Y destinar fondos a las zonas de montaña que permitan desarrollar estratégicamente las políticas de adaptación y resiliencia.

conclusiones

Actuar frente a la maladaptación.

Para llevar a cabo un análisis de las medidas de adaptación y evitar la maladaptación, la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, propone un formulario de control para aplicar en cada caso.

Consideraciones que generan maladaptación: 

  • ¿Se producen efectos ambientales negativos in situ? Identificación y valoración de los principales impactos ambientales negativos in situ.
  • ¿Se producen efectos ambientales negativos en otros lugares? (áreas vecinas o áreas interconectadas ecológica o socioeconómicamente) Identificación y valoración de los principales impactos ambientales negativos en otros lugares.
  • ¿Se deteriora el papel protector de los ecosistemas frente a los peligros presentes y futuros? Identificación de afecciones a los servicios ecosistémicos.
  • ¿La iniciativa se traduce en un incremento de emisiones netas de gases de efecto invernadero?
  • ¿La iniciativa es contradictoria con las estrategias nacionales, regionales y locales para alcanzar la neutralidad climática? Comprobación del alineamiento de la iniciativa con las estrategias nacionales, regionales y locales de descarbonización.

Consideraciones que previenen la maladaptación:

  • ¿La iniciativa toma en consideración las percepciones y las expectativas de las comunidades a la hora de enfocar la reducción de los riesgos y la vulnerabilidad?
  • ¿La iniciativa toma en consideración los escenarios futuros más plausibles?
  • ¿La iniciativa contempla mecanismos de flexibilidad que permitan ajustar las actividades ante cambios ambientales imprevistos o nuevos conocimientos científicos?
  • ¿Se contemplan vías para que las comunidades puedan implicarse activamente en la definición, desarrollo y evaluación de la iniciativa?
  • ¿Se aprovechan adecuadamente los conocimientos y capacidades locales?
  • ¿Se prevé la sensibilización, la mejora del conocimiento o la capacitación de las comunidades afectadas?
  • ¿Se prevé el aprovechamiento de las oportunidades para el aprendizaje inherentes a la iniciativa?

Consideraciones que generan maladaptación:

  • ¿Se refuerza la pasividad y la dependencia o se reducen los incentivos para adaptarse?
  • ¿La iniciativa impacta de forma negativa sobre las rentas o los recursos que sirven de sustento a los más desfavorecidos?
  • ¿La iniciativa impacta negativamente sobre la diversificación económica o la obstaculiza?
  • ¿La iniciativa limita de forma sustancial futuras opciones de adaptación, pudiendo conducir a “callejones sin salida”?

El proyecto ha adaptado este formulario de control para definir medidas de adaptación para las estaciones de esquí, definiendo consideración que generan maladaptación. Sería oportuno en el desarrollo del análisis concreto de cada medida la inclusión de las consideraciones que previenen la maladaptación. También cabe señalar que, debido al conocimiento que se requiere sobre la realidad de la implementación de las medidas concretas, se ha constatado la dificultad de responder a determinadas preguntas del formulario reducido. 

¿La medida de adaptación produce efectos ambientales negativos en el territorio?
Identificación y valoración de los principales impactos ambientales negativos in situ.

¿La medida de adaptación producen efectos ambientales negativos en otros lugares?
Identificación y valoración de los principales impactos ambientales negativos en otros lugares (áreas vecinas o áreas interconectadas ecológica o socioeconómicamente).

¿La medida de adaptación hace perder a los ecosistemas su capacidad para actuar como una barrera natural frente a estos riesgos, ya sea por el impacto humano, el cambio climático u otros factores?
Identificación y valoración de los principales impactos a los servicios ecosistémicos (capacidad de los ecosistemas para protegernos de riesgos naturales, inundaciones, sequías, deslizamientos de tierra, etc.).

¿La medida de adaptación genera un aumento en la cantidad total de gases de efecto invernadero que se emiten al ambiente?
Definición de las principales fuentes de emisión y cómo reducirla.

¿La medida elegida va en contra de las políticas que buscan lograr la neutralidad climática?
Comprobación del alineamiento de la iniciativa con las estrategias nacionales, regionales y locales de descarbonización (la neutralidad climática significa equilibrar la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten con la cantidad que se elimina o compensa, para que el impacto neto sobre el clima sea cero).

¿La implementación de la medida de adaptación tiene en cuenta las previsiones de la ciencia (IPCC) y los escenarios futuros más razonables teniendo en cuenta el impacto del cambio climático?

¿La medida requiere fuertes inversiones económicas o energéticas que podrían quedar obsoletas con rapidez debido al cambio climático? 

¿La medida de adaptación limita de forma sustancial la puesta en marcha de otras acciones en el futuro?Definición de la posibilidad de que la medida genere “callejones sin salida” que no permitan otras posibilidades de actuación.

El formulario ha permitido sondear la opinión de los interesados, a través de la página web y en terreno. En concreto, en el Valle de Tena y en el Valle del Aragón (provincia de Huesca).

Define una medida de adaptación:

Medidas de adaptación finalLa medida más elegida ha sido el replanteamiento del modelo económico, seguida por la reconversión a estaciones de montaña y la integración de actividades recreativas. En total, suponen alrededor del 60% de las medidas identificadas.

¿La medida de adaptación produce efectos ambientales negativos en el territorio?

Daños in situ totales

Análisis de las respuestas que indican que se generan impactos con la implementación de las medidas de adaptación:

Respuesta Si insitu

¿La medida de adaptación hace perder a los ecosistemas su capacidad para actuar como una barrera natural frente a estos riesgos, ya sea por el impacto humano, el cambio climático u otros factores?

ecosistemas totales

Análisis de las respuestas que indican que se generan impactos a los servicios ecosistémicos con la implementación de las medidas de adaptación:

 Respuesta SI ecosistemas

¿La medida elegida va en contra de las políticas que buscan lograr la neutralidad climática?

emisiones GEI totales

Análisis de las respuestas que indican que se generan más emisiones de GEI con la implementación de las medidas de adaptación:

Respuesta SI emisiones

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