Implementación de medidas de resiliencia frente al cambio climático en zonas de montaña
El aumento de temperatura, el cambio en los regímenes de precipitaciones, la reducción del periodo de innivación y del espesor de la cubierta de nieve, la erosión de los suelos y la retracción de la línea de árboles y de los hábitats naturales de fauna y flora emblemática, la modificación de los comportamientos de los animales y las alteraciones de formaciones icónicas como lagos y glaciares son algunos de los impactos del cambio climático en los ecosistemas de montaña.
El turismo de invierno, altamente sensible a los cambios en la meteorología y la disponibilidad de nieve, es una actividad económica que solo se puede desarrollar en algunas de las zonas de montaña y juega un papel importante como fuente de ingresos y modela el desarrollo local. Sin embargo, la mayoría de estudios concluyen que la mayor variabilidad en el espesor y duración de la cubierta de nieve son elementos clave que podrían conllevar un impacto negativo en la duración de la temporada de esquí, la reducción de zonas esquiables y una disminución del número de esquiadores, amenazando la viabilidad y la sostenibilidad a medio y largo plazo del sector.