La reconversión de las estaciones de esquí integrando otras actividades recreativas comienza a ser una tendencia.

El cambio climático está transformando el panorama del turismo de montaña en España, especialmente en las estaciones de esquí, que enfrentan inviernos cada vez más cortos y menos nevadas. Estas condiciones adversas están forzando a los centros de esquí a adaptarse y diversificar su oferta turística, no solo para el invierno, sino también para las épocas estivales. La falta de nieve y las altas temperaturas ya no son problemas puntuales, sino una tendencia creciente que amenaza la viabilidad económica de estas infraestructuras.

Ante esta realidad, las estaciones están apostando por abrir durante el verano, ofreciendo actividades alternativas que atraigan visitantes durante todo el año. Sin entrar a valorar el impacto de estas actuaciones, la reconversión de las estaciones de esquí integrando otras actividades recreativas comienza a ser una tendencia en los planes de desarrollo y gestión.

Un ejemplo claro de esta transformación es la estación de Alto Campoo, en Cantabria. Durante la temporada 2023-2024, esta estación se vio obligada a permanecer cerrada debido a la falta de nieve, un fenómeno que no solo afectó sus ingresos, sino que también evidenció la necesidad de reinventarse. En respuesta a esta situación, el Gobierno de Cantabria ha anunciado una inversión significativa de 15,8 millones de euros destinada a modernizar las instalaciones de Alto Campoo. El plan incluye la reordenación del área para principiantes y la instalación de una nueva telecabina que sustituirá varios telesillas y telesquís antiguos. Además, se eliminarán infraestructuras obsoletas para liberar espacio en las pistas y se adquirirán nuevas máquinas pisapistas. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio por desestacionalizar el turismo en la región, permitiendo que la estación ofrezca actividades también durante el verano, como senderismo y ciclismo de montaña, diversificando así su oferta más allá del esquí y snowboard.

Alto Campoo no es la única estación que ha iniciado este proceso de transformación. En Asturias, Valgrande-Pajares emprendió un camino similar hace dos años, cuando se instaló una telecabina que supuso un gran impulso para la estación. En su primera temporada, logró aumentar considerablemente el número de esquiadores y snowboarders, pero el invierno siguiente fue menos favorable debido a la escasez de nieve. Sin embargo, la ampliación de la oferta fuera de la temporada de esquí permitió que la estación mantuviera una actividad moderada durante el verano, gracias a la afluencia de turistas interesados en el senderismo y otras actividades al aire libre. Esto demuestra que las estaciones que diversifican su oferta tienen más probabilidades de sobrevivir a los desafíos impuestos por el cambio climático.

Telecabinas verano adaptacion nieve

Esta tendencia hacia la desestacionalización del turismo de montaña se está extendiendo a otras estaciones de esquí en España. En los Pirineos, las estaciones de Panticosa y Cerler también han comenzado a explorar nuevas formas de atraer visitantes durante el verano. Ambas han desarrollado una amplia oferta de actividades que incluyen rutas de senderismo, paseos en bicicleta y excursiones en telecabina, que permiten a los turistas disfrutar de las vistas panorámicas de los Pirineos. Cerler incluso ha creado un parque de aventuras en altura, lo que ha atraído a familias y aficionados a los deportes de montaña durante la temporada estival, consolidando su posición como un destino turístico activo todo el año.

Sierra Nevada, una de las estaciones más emblemáticas de España, también ha sabido aprovechar su altitud y posición geográfica para operar durante todo el año. Aunque es conocida por su temporada de esquí prolongada, en los meses de verano ofrece una amplia variedad de actividades, como rutas de senderismo, ciclismo de montaña y observación astronómica. La capacidad de esta estación para adaptarse a la creciente demanda de turismo de naturaleza le ha permitido mantener un flujo constante de visitantes más allá de los meses de nieve, consolidándose como un ejemplo de diversificación exitosa.

El caso de Sierra Nevada es especialmente significativo, ya que su altitud, que alcanza los 3.300 metros, le proporciona una ventaja en cuanto a la calidad y cantidad de nieve disponible. Esto le permite alargar su temporada de esquí más que otras estaciones en España, pero al mismo tiempo ha invertido considerablemente en mejorar su oferta fuera de la temporada invernal. La estación ha experimentado un crecimiento en la afluencia de turistas durante el verano, gracias a su amplia oferta de actividades al aire libre y a la proximidad de la ciudad de Granada, que actúa como un atractivo añadido para los visitantes.

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